lunes, 2 de febrero de 2015

Columna

Algo más que palabras

EL FACTOR HUMANO

Víctor Corcoba Herrero/ Escritor
               
Está visto que el factor humano es decisivo para todo, también para impulsar una vida más armónicamente sustentable e inclusiva. La adopción de modelos económicos orientados a la baja emisión de carbono, así como un mayor respeto a los derechos de los trabajadores, han de contribuir a que el escándalo de las disparidades hirientes sea menor, y por ende la miseria deshumanizadora se contenga. De igual forma, urge poner fin a los muchos conflictos existentes, y para ello es menester lograr acuerdos globales para un desarrollo sostenible. La moderación es vital para poder avanzar en el espíritu de la armonía, en el abecedario del diálogo. También hay que hacer mucho más en la lucha contra la siembra del terror. En muchos países perduran modelos culturales y normas sociales de comportamiento que son más destructores de vida que constructores de existencias. El sufrimiento de inocentes cada día es mayor, en parte por nuestro insensible y alocado estilo de vida. Cuando una sociedad se encamina irrespetuosamente hacia la desvalorización del ser humano como tal, acaba por no encontrar la motivación necesaria y tampoco la energía suficiente para atajar su propio absurdo. Por eso, conocer la verdad de nuestros propios hechos históricos debe plantearnos un compromiso inédito y creativo, ciertamente muy globalizador. Se trata de ahondar en nuestras propias raíces y de buscar, todos juntos, la supervivencia y la continuidad de nuestra exclusiva especie.

Precisamente, la celebración en 2015 del Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto (27 de enero), coincidente con el setenta aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial y la fundación de las Naciones Unidas, deben hacernos reflexionar sobre estos tiempos convulsos y de incertidumbre que vivimos. En esta introversión hemos de estar toda la humanidad, puesto que todos hemos de sentirnos responsables de todos, permaneciendo vigilantes frente a la intransigencia, las ideologías extremistas, las tensiones comunitarias y ante cualquier discriminación de las minorías. De una vez por todas, liberémonos de las atrocidades y unamos nuestras fuerzas por un mundo de igualdad, dignificando a todas las personas. No podemos, ni debemos, permanecer indiferentes ante este mar de dolores, o quedarnos sólo en el recuerdo, hemos de avivar, sobre todo desde los sistemas educativos, los pilares de la tolerancia, el respeto hacia los demás y los derechos humanos.  Ha llegado el momento de la acción, el ser humano no se puede destruir asimismo, envenenado por el odio. Por desgracia, hay una violencia persistente y radical que sigue ahí, con su afán destructor y su voraz pugna devastadora. Obligatoriamente, la enseñanza del Holocausto debe hacernos ver, lo cruel que es el factor humano cuando deja de combatir la intolerancia de algunos de sus moradores.

Por tanto, como vengo reafirmando desde siempre, tenemos que activar una mayor comprensión entre los pueblos, las religiones y sus culturas. Además hemos de impulsar a los países para que consoliden la democracia, la estabilidad y la promoción de sus ciudadanos en un estilo de vida más acorde con el espíritu humanitario. Quizás tengamos que desenmascarar a los falsos líderes, y pasar a una actitud más vinculante con el excluido. Se trata de poner fin a toda una cultura que margina, que rechaza sin miramiento alguno, incapaz de construir un mundo más equitativo y hermanado, un orbe más de todos para todos. La sociedad tiene que tener otro comportamiento menos intransigente hacia las personas migrantes, hacia los refugiados, hacia aquellos que piden clemencia. Todos los pueblos del mundo han de saber escuchar a los que relatan sus horrendas vivencias y, bajo la mano tendida siempre, ver que otro hábitat puede ser posible, tan solo con la comprensión tendríamos parte del camino andado. El ser humano puede rehacerse y renacerse, de igual modo, fraternizarse, transformar la ira y el dolor en manantial de luz, de progreso y justicia, de sabiduría en definitiva.

En cualquier caso, el mal triunfa si el factor humano permanece impasible, se deja vencer por la desesperanza y rehúye de la verdad. El hecho de que las Naciones Unidas tributen y rindan testimonio sobre el horror, a mi juicio, es un argumento incuestionable para aprender y para inspirarse en acciones conjuntas y urgentes. Por consiguiente, defender la veracidad, proponerla con humildad, pero también con persuasión, testimoniarla en suma, me parece un buen impulso para el cambio. Por desdicha, aún no hemos aprendido a amarnos como especie, sobre todo lo demás. Amar es querer siempre el bien y trabajar junto a él por ese valor. Vale la pena el esfuerzo, sobre todo para que avance la historia de la familia humana, la misma comunidad de los pueblos y naciones. Creerse dominadores y autosuficientes ha inducido al ser humano a ser altanero, egoísta, y a pensar que la felicidad y la de los suyos, es lo fundamental y lo demás accesorio. Pienso, en consecuencia, que es bueno recordar. ¿Cómo puede un ser humano sentir tanto desprecio por una vida humana? Las actuales imágenes de tantos rehenes prisioneros, secuestrados por Estados intransigentes, nos dejan sin palabras. Les recordamos a todos, pero no con deseos de venganza o como un incentivo más al odio, sino para comprometernos aún más con la justicia.  Sólo un mundo ecuánime, equilibrado por sus ciudadanos, puede hacer parar tanto sufrimiento.

El dolor humano es tan extensivo y cruel en el panorama actual, que si en esos momentos de tristeza nos mostramos cercanos, ayudamos a sobrellevar el sufrimiento mucho mejor. Naturalmente, inmovilizar, contener a cualquier injusto agresor, es tan lícito como preciso. Ahora bien, debemos tener memoria. Muchas veces, con este pretexto de paralizar al agresor injusto, las potencias se han adueñado de pueblos y han hecho una genuina guerra de conquista. Evidentemente, un solo país no puede determinar cómo detener a un indigno criminal en un orbe globalizado. Después de la Segunda Guerra Mundial, surgió la idea de las Naciones Unidas: es allí donde se debe dilucidar, y al fin decidir. Fue en la Carta de las Naciones Unidas y en la Declaración Universal de Derechos Humanos, donde se consagraron los principios de los derechos humanos para todos los pueblos del mundo.


Y justamente este año, la conmoración del Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto, gira en torno al tema: "la libertad, la vida y el legado de los supervivientes del Holocausto", lo que nos hace pensar en los muchos fracasos en la prevención de genocidios, pero también en los muchos aciertos llevados a buen término para que las atrocidades sean cada vez menores. Efectivamente, nunca más debería ninguna persona tener que soportar la consternación que simbolizó el Holocausto. Con esta lección aprendida, sepamos, en efecto, que únicamente trabajando unidos podremos prevenir este repelente y mundializado delito, aglutinador de actos perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo humano, o a la misma especie, y poner término a la impunidad. Por otra parte, si educamos a las nuevas generaciones acerca de este terrible episodio de nuestra historia, estoy convencido que podremos ayudar a defender la dignidad humana de todos. Sin lugar a dudas, que sí. El factor humano, es cierto que lo puede salvar todo (o casi todo), pero de la misma manera lo puede devastar también todo (o casi todo). Alerta, pues.

Ganadora del FINI 2014 invita a explotar la creatividad en el concurso 2015

  •  “Me siento muy privilegiada y muy feliz, es un incentivo para seguir como fotógrafa”: Diana Cortés, ganadora del Concurso Internacional de la Imagen 2014

  
Pachuca de Soto, Hgo.- Del Festival Internacional de la Imagen 2014, cuyo objetivo fue hacer una reflexión sobre la niñez, salta a la luz el trabajo de Diana del Carmen Cortés Hernández, ganadora del primer lugar del Concurso Internacional en técnicas alternativas, en la categoría de estudiante, con “La casa de los Olivos”, un collage de archivo familiar con texturas de la casa de la infancia.

“Me siento muy privilegiada y muy feliz. Es un incentivo para seguir como fotógrafa cuando veo el trabajo de mis compañeros. La calidad de los trabajos que se presentan es altísima, me siento muy privilegiada de haber ganado el primer lugar y ver todo este material tan interesante con muchas propuestas. Es impresionante, me siento muy orgullosa de haber participado en este festival”.

La inspiración de este proyecto fue la casa de su abuela María Olivos, la cual, al fallecer, fue puesta a la venta y como un homenaje a los recuerdos familiares, se dio a la tarea de registrar sus texturas, sus últimas sombras, antes de que ser derrumbada.

De igual forma y en recuerdo a la memoria de su madre, Diana, fotógrafa de profesión, realizó una mezcla del archivo familiar donde aparecen fotos tomadas en dicha casa y donde quedó impregnada la esencia de su madre, un inmueble que quedó en el olvido y el descuido.

“Es sobre la casa de mi abuela, donde yo crecí, donde jugué, celebré mis cumpleaños y hace poco la demolieron. Como un homenaje registré sus lugares, sus texturas, la casa tenía más de 50 años y se encontraba muy descuidada… entonces toda la humedad, los rincones y las sombras, antes de que la demolieran, lo registré y después como realizando un nuevo homenaje y recuerdo a la infancia, hice un collage donde fusioné las fotografías de las texturas con el archivo familiar de los momentos memorables de la infancia junto con personas que ya no estaban como mi abuela y mi mamá. Es un homenaje a la infancia”, detalló en entrevista.

En la cuarta edición del concurso convergieron diversos artistas cuyo único fin fue hacer una abstracción sobre la niñez, sus necesidades y limitaciones, además de mostrar al mundo el rostro infantil de diversos países y cómo cada uno de ellos vive sus sueños.

Ante la experiencia vivida, Dina del Carmen Cortés Hernández exhorta a los artistas visuales a participar y explotar su creatividad en la quinta edición del Concurso Internacional de la Imagen, cuya convocatoria cierra el próximo 15 de febrero, ahora que estamos a 23 días para que puedan participar.

“Justicia Social” es el tema de la quinta edición del Festival Internacional de la Imagen, organizado por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo y su Patronato, con el apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), se realizará del 8 al 15 de mayo próximo en las instalaciones de la máxima casa de estudios del estado. 

IPN debe convertirse en semillero de emprendedores: UNAI

  • Ingenieros califican de preocupante la situación del IPN y la falta de un camino claro para la institución. Proponen que el Congreso Nacional Politécnico contemple la participación de egresados

  


México, D. F.- La Unidad Nacional de Asociaciones de Ingenieros (UNAI) manifestó su preocupación por la falta de un proyecto de largo plazo y alcance, que trace una nueva ruta para el Instituto Politécnico Nacional (IPN). “El Politécnico está navegando sin rumbo, no sabemos a dónde quiere ir y aparentemente, quieren llevarlo a la desaparición”, alertó el presidente de la UNAI, Eduardo Sánchez Anaya.

Ante representantes de las distintas organizaciones ingenieriles que integran la asociación, Sánchez Anaya subrayó la necesidad de que el IPN se convierta en impulsor de una nueva visión educativa, donde la creación de emprendedores sea el centro de la transformación educativa y se convierta en semillero de emprendedores y creadores, en lugar de buscadores de empleo.

Tras reconocer que la educación mexicana enfrenta una grave crisis, el presidente de la UNAI consideró que el IPN tiene la capacidad para convertirse en impulsor de una nueva visión educativa, donde la creación de emprendedores sea impulso para resolver los problemas económicos y de desempleo por los que atraviesa el país, sin embargo, lamentó la carencia de un proyecto de largo plazo y alcance para convertir al IPN en la mejor escuela de México.

“El IPN tiene la oportunidad de construir una nueva ideología, donde el emprendimiento se convierta en el eje rector de la autonomía de la institución y de sus planes de estudios, para crear un proyecto capaz de generar riqueza, donde cada egresado tenga la capacidad para construir su propia fuente de empleo y proporcionar soluciones a los problemas que amenazan al país”, afirmó Sánchez Anaya.

El presidente de la UNAI también advirtió sobre la necesidad de que el próximo Congreso Nacional Politécnico contemple la participación de sus egresados como un sector que debe ser tomado en cuenta a la hora de definir el futuro de la institución y con el que deberían mantener una vinculación permanente.

“Si bien es cierto que el IPN atravesó por una etapa crítica y se habla de un Congreso Nacional, el objetivo es que también los egresados puedan participar, porque son el producto terminado de una institución y una como es el Politécnico, no solamente está formada por estudiantes sino también por sus egresados”, agregó, tras informar que la UNAI buscará promover y fomentar la reunión de todos los egresados politécnicos, a fin de que puedan hacer valer su opinión en beneficio de la institución politécnica.

El presidente de la UNAI, adelantó que buscara tener reuniones con Aurelio Nuño, representante de la Presidencia; con el secretario de Educación, Emilio Chuayffet y con el director del IPN, Enrique Fernández Fassnacht, para impulsar la participación de egresados del IPN en el próximo Congreso Nacional Politécnico, donde se definirá el camino que habrá de tomar el instituto.

Aseguró que además de ser un derecho de los egresados, este sector representa el producto terminado de las instituciones y un enlace con las diferentes áreas de acción en las que participará el alumnado. En este sentido, Sánchez Anaya consideró que la vinculación con los egresados es determinante para la consolidación de cualquier institución educativa y en el caso del IPN, su participación en la definición del futuro de la institución no puede ni debe omitirse.

Acompañado por el Dr. Héctor Mayagoitia Domínguez, ex director del IPN y representante personal de Director General de IPN, Enrique Fernández Fassnacht, Sánchez Anaya recordó que las escuelas politécnicas fueron creadas con el objetivo de generar recursos humanos capacitados para subsanar las necesidades en sectores claves para el desarrollo del país; sin embargo, estimó que con el devenir del tiempo, el IPN fue perdiendo ese papel y actualmente, la generación de recursos humanos ha quedado desarticulada y aislada de las necesidades de la nación, lo que ha favorecido el desempleo para sus egresados.

Finalmente, Sánchez Anaya subrayó que esta desconexión entre las instituciones educativas y los planes de desarrollo nacionales ha favorecido el crecimiento de generaciones desempleadas, carentes de una visión de largo plazo y un interés de innovación y creación, que les permita pensar en la construcción y desarrollo de sus propias empresas, en lugar de adquirir aptitudes para convertirse en mejores empleados.