- Ingenieros califican de preocupante la situación del IPN y la falta de un camino claro para la institución. Proponen que el Congreso Nacional Politécnico contemple la participación de egresados
México, D. F.- La Unidad Nacional de Asociaciones de
Ingenieros (UNAI) manifestó su preocupación por la falta de un proyecto de
largo plazo y alcance, que trace una nueva ruta para el Instituto Politécnico
Nacional (IPN). “El Politécnico está navegando sin rumbo, no sabemos a dónde
quiere ir y aparentemente, quieren llevarlo a la desaparición”, alertó el
presidente de la UNAI, Eduardo Sánchez Anaya.
Ante representantes de las distintas organizaciones
ingenieriles que integran la asociación, Sánchez Anaya subrayó la necesidad de
que el IPN se convierta en impulsor de una nueva visión educativa, donde la
creación de emprendedores sea el centro de la transformación educativa y se
convierta en semillero de emprendedores y creadores, en lugar de buscadores de
empleo.
Tras reconocer que la educación mexicana enfrenta una grave
crisis, el presidente de la UNAI consideró que el IPN tiene la capacidad para
convertirse en impulsor de una nueva visión educativa, donde la creación de
emprendedores sea impulso para resolver los problemas económicos y de desempleo
por los que atraviesa el país, sin embargo, lamentó la carencia de un proyecto
de largo plazo y alcance para convertir al IPN en la mejor escuela de México.
“El IPN tiene la oportunidad de construir una nueva
ideología, donde el emprendimiento se convierta en el eje rector de la
autonomía de la institución y de sus planes de estudios, para crear un proyecto
capaz de generar riqueza, donde cada egresado tenga la capacidad para construir
su propia fuente de empleo y proporcionar soluciones a los problemas que
amenazan al país”, afirmó Sánchez Anaya.
El presidente de la UNAI también advirtió sobre la necesidad
de que el próximo Congreso Nacional Politécnico contemple la participación de
sus egresados como un sector que debe ser tomado en cuenta a la hora de definir
el futuro de la institución y con el que deberían mantener una vinculación
permanente.
“Si bien es cierto que el IPN atravesó por una etapa crítica
y se habla de un Congreso Nacional, el objetivo es que también los egresados
puedan participar, porque son el producto terminado de una institución y una
como es el Politécnico, no solamente está formada por estudiantes sino también
por sus egresados”, agregó, tras informar que la UNAI buscará promover y
fomentar la reunión de todos los egresados politécnicos, a fin de que puedan
hacer valer su opinión en beneficio de la institución politécnica.
El presidente de la UNAI, adelantó que buscara tener
reuniones con Aurelio Nuño, representante de la Presidencia; con el secretario
de Educación, Emilio Chuayffet y con el director del IPN, Enrique Fernández
Fassnacht, para impulsar la participación de egresados del IPN en el próximo
Congreso Nacional Politécnico, donde se definirá el camino que habrá de tomar
el instituto.
Aseguró que además de ser un derecho de los egresados, este
sector representa el producto terminado de las instituciones y un enlace con
las diferentes áreas de acción en las que participará el alumnado. En este
sentido, Sánchez Anaya consideró que la vinculación con los egresados es
determinante para la consolidación de cualquier institución educativa y en el
caso del IPN, su participación en la definición del futuro de la institución no
puede ni debe omitirse.
Acompañado por el Dr. Héctor Mayagoitia Domínguez, ex
director del IPN y representante personal de Director General de IPN, Enrique
Fernández Fassnacht, Sánchez Anaya recordó que las escuelas politécnicas fueron
creadas con el objetivo de generar recursos humanos capacitados para subsanar
las necesidades en sectores claves para el desarrollo del país; sin embargo,
estimó que con el devenir del tiempo, el IPN fue perdiendo ese papel y
actualmente, la generación de recursos humanos ha quedado desarticulada y
aislada de las necesidades de la nación, lo que ha favorecido el desempleo para
sus egresados.
Finalmente, Sánchez Anaya subrayó que esta desconexión entre
las instituciones educativas y los planes de desarrollo nacionales ha
favorecido el crecimiento de generaciones desempleadas, carentes de una visión
de largo plazo y un interés de innovación y creación, que les permita pensar en
la construcción y desarrollo de sus propias empresas, en lugar de adquirir
aptitudes para convertirse en mejores empleados.