PRONUNCIAMIENTO DE LA RUDH
10 de diciembre de 2014.- Este día internacional de los
derechos humanos, nada tenemos que celebrar en un Estado que es líder mundial
en su violación. No podemos celebrar que un Estado se encuentre en guerra
contra su propio pueblo, contra la vida, contra el agua, contra el aire, contra
la tierra, contra la patria y contra nuestra diversidad cultural. No celebramos
que policías y soldados se dediquen a exterminar a nuestros pueblos, a nuestras
mujeres, a nuestros campesinos, a nuestros estudiantes, ni celebramos que el
narcotráfico sea un brazo del Estado y el corazón mismo. No celebramos que los
elementos de la fuerza pública quemen la puerta de Palacio Nacional, asalten
casetas de peaje, destruyan comercios y arrojen bombas molotov contra los
edificios públicos, haciéndose pasar por anarquistas. Los verdaderos
anarquistas no son cobardes.
Tampoco celebramos que los primeros en violar las leyes sean
nuestros propios gobernantes. No celebramos que los logros de nuestra
revolución hayan sido arrancados de las páginas constitucionales. Ni celebramos
que nuestro país sea diseñado por un grupo de bandidos inútiles a la patria,
parásitos de la sociedad. No celebramos que nuestros derechos estén
condicionados a una constitución que no es nuestra y que no merece respeto ni
de los gobernantes ni de los gobernados. Ni celebramos que la Constitución
sirva para entregar la soberanía nacional a los intereses extranjeros,
traicionando a la patria. No celebramos que la constitución ha muerto.
Por ello, desde la región Huasteca-Totonacapan, llamamos a
todo el pueblo de México a desconocer las instituciones del Estado y sus tres
poderes de gobierno, porque no nos representan y son instrumentos de dominación,
represión y saqueo. Porque la voluntad del pueblo no está plasmada en la
Constitución. Y llamamos a los inversionistas extranjeros a que dejen de
llevarse la riqueza nacional, porque ningún convenio ha sido avalado por el
pueblo mexicano; se les confiscarán los medios de producción y no serán
indemnizados, porque mucho es lo que nos han saqueado. La población, que es la
parte sustancial del Estado mexicano, no está de acuerdo con su presencia y no
permitiremos que continúen saqueando al país. Porque nuestro México no es un
“Estado fallido” que no tenga dueño. Lo fallido es el gobierno y fallidos serán
sus convenios por no estar avalados por el pueblo. Lo fallido es este sistema
social de destrucción y muerte. Lo fallido es este modelo de desarrollo basado
en la explotación del trabajador y en el ecocidio. Lo fallido es este sistema
político basado en los partidos electoreros. Lo fallido es la Constitución que
no nos representa.
Lo que sí celebramos es que nuestro pueblo estaba dormido
pero ya despertó. Celebramos que de inmediato se han accionado todos sus
potenciales humanos para reconstruir este país. Celebramos la creatividad, la
inteligencia y la valentía del pueblo para derrocar este régimen putrefacto.
Celebramos que somos un pueblo guerrero, pero también fraterno, con rabia pero
también con ternura. Celebramos que la solidaridad humana nos ha hecho sentir
cada muerte y cada violación de los derechos propios y ajenos. Celebramos que
la clase política que se encuentra en el poder pronto será desterrada por la
organización ciudadana. Celebramos que el pueblo sabrá encontrar los mecanismos
menos violentos para transformar nuestro México. Celebramos que las próximas
elecciones estarán plagadas de ausencias, porque los mexicanos nos
encontraremos construyendo otro país. Invitamos a todos los ciudadanos de la
región y del país que quieran sumarse, al Congreso Constituyente de la
Huasteca-Totonacapan el próximo 7 de junio, día de las elecciones, donde
anunciaremos una nueva constitución, en su primera parte, hecha por el pueblo,
más consensuada y humana, más justa y fraterna.
“Sembremos Justicia y el Fruto será la Paz”
Red Unidos por los Derechos Humanos (RUDH)
Huasteca-Totonacapan
Papantla, Ver. México.