Autodestrucción política.
“Desgraciado el país que necesita héroes” Bertolt Brecht.
Apenas el final del tercio del primer año de gobierno
municipal, en el caso del Estado de México y la calentura política, futurismo
para otros, ya se comienza a manifestar; sencillo de entender, gracias a la
inexperiencia y falta de oficio principalmente de los que ocupan el cargo de
Ejecutivos en los Ayuntamientos, independientemente de la ausencia de un pueblo
efectivamente participativo en cada geopolítica – así se constata en el oriente
de la entidad federativa en cuestión: en municipios priistas tal cual Chalco
viejo; Amecameca; Ixtapaluca; o el Chalco “nuevo”, mal denominado aun como
Valle de Chalco Solidaridad, no obstante este último filial en turno al PRD.
Lo cierto, quedo grande a dichos Ejecutivos la
responsabilidad que implica gobernar y dirigir los destinos de territorio y
población en la región oriente mexiquense, en un contexto donde la inseguridad
y violencia es cotidiana prácticamente en todas nuestras calles; sin
desconsiderar el problema económico, ante la realidad de falta de empleos bien
remunerados, aumento de la informalidad y multiplicación del desempleo. No
obstante que se presuma la implementación de infraestructura urbana, que por sí
misma no resuelve en esencia los problemas referidos.
La ciudadanía que participo con su voto, en el proceso
electoral de julio del año pasado y favoreció a estos novatos ejecutivos, lo
hizo en distintos contextos: la conciencia activa que sufrago en contra de
imposiciones, “repetidores” o aquella que incluso se organizó -pensando en una
expectativa distinta, que ahora en poco tiempo desilusionada se arrepiente-; el
resto de los demás electores actuaron sobre el impulso de viejas prácticas
clientelares, que continúan atractivas por la dadiva material y el engaño
político de la promesa de campaña de los ahora “gobernantes mentirosos”.
En este texto es importante no olvidar algunas enseñanzas
políticas, que determinaron la forma de los últimos 25 años de nuestra entidad
federativa, también el oriente mexiquense en la referencia del municipio 122,
el Chalco “nuevo” de Solidaridad:
1.-En 1979, se inició el poblamiento del ahora municipio, al
mismo tiempo de ser por primera vez Presidente Municipal del Chalco Viejo
Felipe Medina Santos; después en 1993 sería, por segunda ocasión, primer
Ejecutivo; mientras que en noviembre de 1994, aun en contra de la Ley, la
Legislatura Local le permitió presidir el gobierno provisional del naciente
municipio “libre” 122 del Estado de México, Valle de Chalco Solidaridad. En el
año 2006 pretendió la Diputación Local, no lo logro. No obstante en la elección
del año pasado fraguo la candidatura de su esposa para ser Diputada Federal en
el Distrito y municipio del “nuevo” Chalco, tampoco tuvo éxito; empecinado
seguro políticamente morirá en el intento en “territorio de Solidaridad”.
2.- En abril del año 2000 fallece Héctor Ximénez González;
prototipo de político de la zona oriente y del Valle de México. Un año antes
pretendió la candidatura a gobernador por el PRI, reabriendo para ello incluso
la enseñanza política de Adolfo López Mateos; al final de esa disputa el
Gobernador fue Arturo Montiel.
3.- En agosto del año 2000, se iniciaron gobiernos
municipales, en el “nuevo” Valle de Chalco, con políticos locales;
circunstancia que solo duro 12 años, gravitando entre la corrupción de las
familias influyentes, ejemplo los Luna Munguía; en la incapacidad para agrupar,
pero si dividir, a la clase política gestora del municipio; con la perversión
del sistema de partidos y, también, falta de encanto para las generaciones de
jóvenes que participan, como pueden, en la política municipal.
En consecuencia actualmente “gobierna” un grupo que su
origen político está en Coacalco, aunque con la filial del PRD. Sin embargo es
de conocimiento público el vínculo político y consanguíneo que el Ejecutivo en
ejercicio, Sánchez Isidoro, tiene con personajes importantes e identificados con el Gobierno y el PRI, no
obstante su adscripción al PRD de nueva izquierda.
4.- Gustavo Baz Prada de Tlalnepantla dejo el 15 de
septiembre de 1963 el cargo de Gobernador de nuestra entidad, después de casi
50 años y el paso de 11 Gobernadores, el 2010 llega nuevamente un Valle
Mexiquense oriundo de Xalostoc Ecatepec, sin embargo su actuación, hasta el
momento, anticipa limitados cambios al patrón político y preferencial que tiene
en ventaja a la clase política del Valle de Toluca, con respecto al Valle de
México, por ende también a la zona oriente “donde nos toca vivir”;
circunstancia ratificada con el ejemplo de Adolfo López Mateos, que de Atizapán
de Zaragoza en 1964 concluyo el cargo de primer Ejecutivo Federal. Actualmente
Peña Nieto, como Presidente de la República, llama a colaborar a distinguidos
mexiquenses del “inexistente” grupo Atlacomulco- Metepec- Toluca. Y pocos, muy
pocos, representativos del Valle de México, paradójicamente a la importancia
electoral y demográfica que nos distingue, pero ¿no será también por nuestra
ignorancia política?
En consecuencia a las consideraciones y la suerte que hoy
recorre en el Valle de México su clase política, las enseñanzas obligan a
replantear el método y las estrategias de la participación. Procurando no
esperar que pase medio siglo para tener “nuevas expectativas”; pero más
importante, que impidan la autodestrucción política dirigida de los “políticos”
Valle Mexiquenses, incluidos nosotros, los del oriente mexiquense.
Por: Alejandro Tapia González.