miércoles, 26 de junio de 2013

Ecología emocional forma personas sostenibles, equilibradas y felices

  • El modelo creado por Jaume Soler y Mercé Conangla responde a la prevención de los principales problemas que hoy afectan a nuestras sociedades

  
México, D. F.- Gestionar nuestra energía emocional de manera creativa y amorosa, de tal forma que sirva para mejorarnos como personas, aumentar la calidad de nuestras relaciones y respetar y cuidar nuestro mundo es posible con el modelo Ecología Emocional, promotor de “un modelo de persona más sostenible y equilibrada, que se responsabiliza de la gestión de su mundo afectivo para construir una felicidad auténtica y serena”.

El modelo creado en 2002 por Jaume Soler y Mercé Conangla, da respuesta a la prevención de algunos de los principales problemas que hoy afectan a nuestras sociedades y están presentes en todos los ecosistemas: familiar, social, educación, salud, organizaciones y empresas.

La Ecología Emocional ofrece un planteamiento nuevo, creativo y revolucionario en educación emocional, que trabaja al mismo tiempo aspectos educativos emocionales y medioambientales y que apuesta por formar un nuevo modelo de persona: la persona emocionalmente ecológica.

El nuevo modelo parte de que cuando mejora la persona, todo lo que la rodea evoluciona. “Así trabajamos para ayudar a poner en juego e incrementar las capacidades de cada persona para gestionar de forma adaptativa, sostenible y ecológica su mundo emocional”, expresa el Instituto de Ecología Emocional (IEE).

La Ecología Emocional contribuye al bien personal y social mediante programas orientados:

- Al desarrollo integral de la persona.
- Al desarrollo de la moral, ética y valores.
- Al desarrollo y promoción de la familia.
- Al desarrollo de una salud integral.
- Al desarrollo de una conciencia social.
- Al desarrollo de una conciencia ambiental.
- Al desarrollo del equilibrio, la armonía, el bienestar y la creatividad

Los creadores del modelo Ecología Emocional advierten que un mundo interior y exterior emocionalmente más ecológico no se improvisa ni se encuentra hecho. “Hay que tomar conciencia de que formamos parte de un ecosistema humano y natural, en el cual todos somos piezas importantes y que influimos en el conjunto. Nuestras acciones y nuestra pasividad tienen un impacto en el clima emocional global, haciendo que aumente el desequilibrio, el sufrimiento, la enfermedad y la destructividad o el equilibrio, la armonía, el bienestar y la creatividad”.

Jaume Soler y Mercé Conangla afirman que “somos responsables de la persona que somos y corresponsables del mundo que tenemos”, motivo por el cual debemos apostar por la sostenibilidad emocional para reducir el nivel de tóxicos que emanamos, reutilizar y reciclar capacidades y habilidades adormecidas y reparar heridas para conseguir la armonía”.

Los creadores de Ecología Emocional estarán en México del 17 de julio al 12 de agosto, para formar a los primeros profesionales del desarrollo humano en el uso y aplicación del nuevo modelo.

Ecología Emocional es el modelo creado por Jaume Soler y Mercé Conangla.

El Instituto de Ecología Emocional, con sede en Barcelona, España, cuenta con 16 años de trabajo al servicio de las personas y es abanderado y referente en Crecimiento Personal y el desarrollo emocional humano. Tiene como marco de pensamiento las propuestas de la ecología emocional y como misión, darlas a conocer, desplegarlas y aplicarlas en las diferentes áreas de la vida y en la mejora de todo tipo de organizaciones.