- Lo que le parece más importante del FINI es su carácter internacional, que los jurados sean de otros países; además, da “luz” a la obra de los artistas visuales para que dialoguen entre sí
Pachuca de Soto, Hidalgo, México.- Ganadora del tercer premio
en técnicas alternativas con su obra “Mapas sociales” en la pasada edición del
Festival Internacional de la Imagen, FINI 2015, Coral Revueltas Valle, es
heredera de sobresalientes estirpes de artistas e intelectuales. Por una parte
del clan Revueltas, pues es nieta del grabador, pintor, dibujante y vitralista
Fermín Revueltas, y sobrina del escritor José Revueltas, del músico Silvestre y
de la actriz Rosaura del mismo apellido.
Y, de la raíz materna, la ganadora en el Concurso
Internacional de la Imagen FINI 2015 también hereda de un clan de intelectuales
y artistas, especialmente de su madre Perla Valle Pérez, antropóloga que se
desarrolló como investigadora, docente y funcionaria cultural, quien le enseñó
el universo del pasado mexicano y la meticulosidad del registro puntual del
trabajo cotidiano. “Mi mamá se especializaba en códices coloniales de tradición
prehispánica de la cuenca del Valle de México del Siglo XVI: mi mamá era un
genio; dejó el cello para dedicarse a la antropología”.
De esa rama familiar emanaron investigadores, como su tío
Virgilio Valle, connotado músico que dirigió la Orquesta Sinfónica del Estado
de México de 1971 a 2013 (fallecido el 7 de enero reciente) y Homero Valle
Pérez, hermano gemelo del anterior y a su vez pianista, percusionista y
catedrático, también fallecido en 2000. “Mis tíos y mis primos, son músicos,
bailarines… siempre ha habido arte en la familia”.
Respecto a su despertar estético, la artista dice: “Yo soy
nieta de Fermín Revueltas, en casa de mis padres, siempre estuvo la imagen de
Revueltas en las paredes, sus proyectos, es ese el ambiente en el que yo crecí.
Entonces pues más bien nunca pensé en otra manera que no fuera en imagen, en arte.
Mi madre y mis tíos siempre estuvieron en la academia y en la música”.
La obra que Coral Revueltas Valle envió al FINI 2015 forma
parte de un collage conformado a través de cuadernos en los que, como si fueran
una bitácora de viaje o de arqueólogo, ella fue registrando el devenir de
diferentes sucesos sociales a través de imágenes que trabajó como grabadora,
como artista visual.
Tales cuadernos son muy extensos, superiores a las 200
hojas, pero al cabo pudo seleccionar las seis imágenes con las que impactó
satisfactoriamente a los jurados. “En realidad los cuadernos son una locura,
porque cada página es una imagen distinta sobre las reacciones por el tema de
‘Ayotzinapa’, las hay de las movilizaciones de Nueva York, del 20 de noviembre,
Ayotzinapa, que al final del día son las que envié”.
La jueza Ana Soler le dijo que en algún momento pensaron que
presentara sus grabados en físico, pero Revueltas Valle dice que: “La
convocatoria al FINI es como curiosa para artistas como yo, porque en ese
sentido está abierta a las técnicas alternativas, ya sean de grabado digital,
collage, estampa, etcétera, pero a fin de cuentas lo que se manda es una
fotografía”.
De niña, como hija de Perla Valle —quien como historiadora y
antropóloga tenía un cargo importante en el Museo de las Culturas—, Coral pasó
su infancia entre arte, etnografía y el cuidado férreo de su madre: “Fui cuatro
años seguidos al taller de artes plásticas de Shinsaburo Takeda. Allí empecé a
dibujar, pintar y grabar”, expresó en la semblanza con que el INAH (Instituto
Nacional de Antropología e Historia) homenajeó a su madre, a su fallecimiento
en 2011.
En cuanto a su convivencia con los demás estudiantes desde
la primaria, ella explica que ama la luz y todo lo que entre por la mirada.
“Siempre mi rollo súper visual; mi desempeño en la escuela desde la primaria
siempre fue en función de los dibujos”.
Entonces, al ser tan visual, para participar en el FINI, el
rasgo social que quiso ver y hacer fue “Ayotzinapa” en particular, pues en 2015
estaba especialmente sensible al tema de la Justicia Social. “Se juntó todo:
los 100 años de José Revueltas, y la marcha de las madres de los desaparecidos
en Ayotzinapa, fue algo muy fuerte, lo que sentí.
“Antes había trabajado mi obra siempre sobre cuestiones formales,
estéticas, pero ahora considero que sí es importante que las piezas que yo
elaboro tengan un referente social; como fue alineados al tema de Ayotzinapa”.
Como profesora explica que alienta a sus alumnos a
participar en las convocatorias, como la del FINI, porque aparte de que los
alinea a un tema, los hace ordenados y cumplir con fechas, plazos y requisitos:
“Con mis alumnos nos organizamos para atender una convocatoria, que considero
súper importante que lo trabajen y ya hemos tenido logros de visibilización del
trabajo de los muchachos”.
Respecto a las técnicas alternativas que el FINI impulsa
afirma: “A mí me encanta esta evolución de técnicas; yo me formé en La
Esmeralda con maestros que se habían educado a la tradición técnica, tengo
control sobre todos esos procesos tradicionales: madera, linóleo, metales,
litografía y serigrafía; ya en la Academia de San Carlos (una maestría en la
FAD-UNAM, San Carlos) empecé a aventurarme en el campo digital y comencé a
combinar procesos tradicionales con procesos digitales. Y para mí ha funcionado
muy bien, porque me da las necesidades de imagen que requiero, pero que sigue
siendo gráfica, independientemente del medio, y que lo resuelvo digitalmente;
en matrices virtuales paso de lo virtual a lo material, otra vez a lo virtual,
y al final en lo material: en las impresiones, sigo trabajando”.
Dibuja, trabaja en la computadora y hace impresiones en su
casa; pero en otro taller, talla, imprime, manipula sus grabados, como cuando
graba con ácidos y el trabajo se hace más físico, más rudo, acude a un taller
que le gusta mucho, ‘La trampa gráfica’ o al de la Escuela de Iniciación
Artística No. 2, donde da clases (también imparte en la Facultad de Artes de la
Universidad Autónoma del Estado de Morelos)
Coral Revueltas Valle estudió la Licenciatura en Grabado en
La Esmeralda, Ciudad de México; especializándose en Grabado con el maestro Juan
José Beltrán. Asimismo, cursó la Maestría en Artes Visuales en la Academia de
San Carlos de la UNAM y es candidata a doctorado en la Universidad de la Ciudad
de México.
En México, ha participado en las exposiciones colectivas
“Ubérrima”, en el Museo de la Ciudad de México (2005); “Fragmentación mural”,
Museo Mural Diego Rivera (2003); Concurso Nacional de Grabado José Guadalupe
Posada, Aguascalientes (2002-2003); Bienal Nacional de Dibujo y Estampa Diego
Rivera, Guanajuato (2001); Transgresiones (1999).
Ha formado parte de varias ediciones del Salón Nacional de
Artes Plásticas y del Concurso Nacional de Miniestampa, en cuya primera entrega
–1988– obtuvo mención honorífica. Ha expuesto en el Museo de Arte Contemporáneo
Alfredo Zalce de Morelia, así como en multitud de exposiciones colectivas.
En el ámbito internacional, participó en ARCO 2005 con la
exposición “Conjeturas de Vecindario”, en el Museo de América, España. Además,
obtuvo el Premio a la Joven Estampa en La Habana, Cuba (1993).
Dice Coral Revueltas que el FINI le permitió dimensionar su
obra, no sólo materialmente, por el tamaño de la impresión, sino por cómo se ve
respecto a la obra de otros artistas de otras latitudes. “Me parece súper
importante el carácter internacional del concurso, tanto de participantes y
jurados. Es un intercambio y retroalimentación muy enriquecedores”.
La convocatoria para participar en el FINI 2016, que
organizan la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo y su Patronato, cierra
este 29 de enero y el registro es gratuito. La VI edición del Concurso
Internacional de la Imagen, dedicado a la “Educación” tiene dos categorías:
Profesionales y estudiantes/amateurs y cuatro géneros para participar: a)
Fotografía (análoga y digital); b. Técnicas Alternativas (estampa digital,
montaje o collage); c. Video Documental (largometraje y cortometraje), y, d.
Cartel o póster (técnica libre)..
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