viernes, 14 de septiembre de 2012

Columna


Reflexiones
Por Francisco Alfaro Ramírez

EL ORIGEN DEL MAL

Existe un problema muy grave que esta carcomiendo a la sociedad en la que vivimos, y es precisamente un sistema político, el cual ha caminado sobre mafias convertidas en partidos, sindicatos que han generado líderes que venden los votos corporativos de sus integrantes, todo por puestos políticos, gobiernos que han solapado a la delincuencia o que han sido delincuencia, saqueando, endeudando, concesionando, cambiando el uso de suelo y fraccionando terrenos, agrupaciones sociales que se pelean por territorios donde la violencia es la regla, así se muestra la debilidad de un Estado que ha fallado, que no controla y que deja por conveniencia que los grupos antagónicos se peleen, o los hace pelear.

Los gobiernos emanados de la legalidad pero fuera de la legitimidad, no tiene el control de la nación, sino que ha fraccionado a la nación, lo que resulta conveniente para no cumplir, para evitar la unión del pueblo, y desviando la mirada de la población.

Dividir al país es importante para quienes tienen el poder formal de los gobiernos, es decir, el poder formal es lo que legalmente les permite mantenerse al frente de los gobiernos, esta división hace de cada gobierno un principado, donde cada gobernador, hace su voluntad sin rendirle cuentas a nadie, el cambio del uso de suelo les permite fraccionar y convertir tierras fértiles y de labor en fraccionamientos que requerirán muchos de los recursos que no se sabe de donde provendrán, el caso es hacerse o ser dueño de las fraccionadoras.
El uso de las policías para la represión, muy poca vigilancia y disuasión del crimen, pero con gastos estratosféricos pero con muy pocos resultados favorables para la población, pero sí muy beneficiosos para el crimen organizado.

Permitir la injusticia, crear “presuntos culpables”, teniendo supuestamente tecnología de vanguardia, pero policías sin garantías, sin sueldos honorables, sin supuesta certificación, donde el delincuente tiene más garantías que la policía, donde la justicia brilla por su ausencia, nos hace ver un Estado injusto, que cuando inventa culpables y resulta que son inocentes, cobardemente no ofrece disculpas y un pago por el daño hecho al ciudadano, lo que deja ver gobiernos sin honor y pueblos sometidos.

Quienes tendrían que ser certificados son además de los policías, los que se proponen como candidatos a algún puesto de gobierno, no podemos seguir teniendo ineptos y corruptos en el poder, así como jueces que tal pareciera tienen mucho trabajo y no pueden con tantos casos.

La justicia en un estado corrupto no se aplica y contagia a la población, así la cadena de la corrupción no se rompe, permite los males hacia población y genera una constante, que las cosas son, han sido y siempre serán así, por lo que la desesperanza hace vulnerable a las nuevas generaciones, sin oportunidades, sin empleo o educación, sin acceso a trabajos dignos, el comercio informal o ingresar a la delincuencia es la única opción.

Un sistema mal organizado u organizado para que la delincuencia opere, favorece únicamente a los gobiernos corruptos, los cuales derrochan los impuestos emanados del trabajo del pueblo, así quienes no trabajan que son los gobernantes simulan hacer algo, que es administrar y saquear los recursos, todo a su favor y dando migajas al pueblo, aun cuando firmen sus promesas.

La pregunta es: ¿Seguiremos sosteniendo un sistema que agrede a nuestra comunidad?
Por supuesto tú tienes la mejor opinión y la mejor acción.