México, D. F., a 3 de abril de 2013.- Tras destacar la falta
de una varita mágica en el mundo para solucionar los problemas del transporte,
Jesús Padilla Zenteno dijo hoy en representación de los Transportistas Unidos
del Distrito Federal (TUDF), que los cambios comprometidos tras la autorización
de la nueva tarifa a partir de hoy, serán en el tiempo y la forma como las
circunstancias lo ameritan, tras el rezago histórico de más de 20 años. Serán
lentos, pero seguros.
“Queremos ser corresponsables, queremos acompañar el
proceso, pero necesitamos la sensibilidad de los medios de comunicación y el
público usuario de que no podrá ser tan rápido después de muchos años de
rezago, pero estaremos pendientes del pleno cumplimiento del convenio”, dijo en
el acto en el que se firmaron los 10 compromisos de los transportistas.
En el Salón Independencia del Gobierno del Distrito Federal,
Padilla agregó: “Nuestros compromisos están perfectamente definidos en hacer un
fondo de ahorro que permita la capitalización y rápida sustitución y
modernización del parque vehicular, apostarle a que los compañeros operadores
que contratemos tengan más de 23 años y más de cinco años de experiencia o con
su licencia; a que porten su uniforme, a que no traigan el sonido a todo
volumen y somos los primeros que queremos ser garantes del desarrollo”.
Esta mañana se realizó la firma del convenio en las oficinas
del secretario de Gobierno, Héctor Serrano Cortés, con la presencia del titular
de la Secretaría de Transportes y Vialidad, Rufino H. León Tovar y los
transportistas Nicolás Vázquez Figueroa, Francisco Carrasco Rodríguez,
Encarnación Juárez Rodríguez, José Antonio Sánchez Escalante y Padilla Zenteno.
“Les pedimos prudencia porque esta administración tiene seis
años y si hay 20 mil unidades pendientes por renovar, estaríamos hablando de
más de 3 mil por año", agregó.
El dirigente transportista expresó que el cambio en la
prestación del servicio, que es donde está el debate, “no es nada sencillo
porque es un tema cultural, inclusive hasta la forma en que el usuario percibe
el servicio porque se molesta que no paremos donde estira la mano y que no lo
bajemos donde pide”.
Así que “en lo que tenemos que dirigir las baterías es a
mejorar los esquemas de prestación del servicio. La gente no se queja del costo
en el caso del Cero Emisiones, del Ecobús, del Metrobús o los corredores cuando
hay un buen servicio. Entonces el debate no debe ser en términos de costos sino
en la calidad”.
Por otro lado, dijo que lo que realmente se ha convertido en
un lastre no sólo para la ciudad de México, sino para todo el país es la
política energética y la política fiscal que implementó el gobierno anterior.
Además, criticó que algunas voces del PAN hoy “quieren tomar una bandera nueva
cuando nunca se acordaron que el parque vehicular se hacía viejo, nunca se
acordaron que en términos de mercado tenemos que ser más competitivos, nunca se
acordaron del usuario hasta este momento”.
En la conferencia de prensa del PAN se dijo que hubo un
incremento del 30 por ciento y 20 por ciento, "pero nunca se dijo que
tenemos un rezago histórico del 154 por ciento y que ahí está el
empobrecimiento del sector". Padilla agregó que tales voces nada dijeron
cuando en estados panistas la tarifa subía y hoy se encuentra entre 7 y 8
pesos. “Y tampoco nos han dicho si tienen programas alternos de movilidad como
lo están exigiendo”.
Recordó que, por el contrario, hoy 1.5 millones de usuarios
se mueven en el Sistema Metrobús y otro tanto se mueve en los sistemas de
corredores; “no partimos de cero, en la ciudad hay alrededor de 6 mil 500
autobuses y en el cambio futuro estarán operando alrededor de 13 mil o 14 mil
unidades; es decir, que estamos casi a la mitad en términos de sustitución de
parque vehicular”.
Finalmente, destacó que “pasar de la informalidad a la
formalidad tiene un costo”. Un microbús cuesta hoy 20 mil pesos; bien pagado,
50 mil. Un vehículo nuevo cuesta entre 1 millón 200 y un millón 700 mil pesos.
Casi diez veces el valor de sustitución. Además, “nuestros insumos son el
diesel y la gasolina. En la medida en que estos aumentan, ponen en riesgo la
viabilidad financiera del transporte”.