martes, 29 de enero de 2013

Columna


Reflexiones
Por: Francisco Alfaro Ramírez

NI EDUCACIÓN NI EMPLEO

México es un país que no cuenta con programas que preparen a los futuros estudiantes para ejercer y aplicar los conocimientos adquiridos en las aulas en el ámbito de trabajo cotidiano, existe un desapego original generado por el sistema político nacional para mantener la ignorancia, el desapego, el divisionismo, la pobreza, el atraso, la falta de identidad nacional, la falta de cultura, la falta de garantías individuales, la falta de solidaridad, ya que esto favorece a que se mantenga la fobia colectiva hacia los temas que impactan a la nación, la palabra política se ha tergiversado y con los supuestos políticos que hoy tenemos, sabemos que la política mexicana es solo grilla, ya que lo único que promueve es el divisionismo entre la población, que carente de conocimientos, cultura y pensamiento crítico, deja en manos de los que en apariencia se hacen profesionales en política, los destinos y la toma de decisiones importantes para la población del país.

Sin planes ni proyectos que vinculen a las necesidades que requiere el país, específicamente cada región, cada estado, cada municipio, cada comunidad, cada colonia del país, se mantendrá la pobreza, la marginación, la violencia, el narcotráfico, el analfabetismo, los robos, asaltos, los secuestros, las extorciones, por ende la corrupción, el desempleo, la falta de justicia y lo que prevalece, gobiernos corruptos, despilfarradores, saqueadores que nada tienen democráticos, solo el hecho de que a todos se les cobra impuestos y se les devuelve lo mínimo en servicios.

Hoy la educación se mantiene en riesgo, ya que no hay un verdadero vínculo entre las necesidades del país y lo que se aprende y estudia en las aulas, la industria, la agricultura, el propio gobierno no se nutre de nuestros estudiantes egresados, con experiencia técnica, científica, y encaminados a cubrir las áreas necesarias para generar producción y desarrollar a cada parte del país, viendo primero las necesidades locales para cubrirlas y con ello evitar la dependencia de otros países, y vender los excedentes a otras regiones y al extranjero.

El divorcio entre la teoría y la práctica ha hecho que se discrimine el trabajo manual y se de privilegios a quienes no ocupan su fuerza, por lo que los trabajos donde se ocupa la fuerza son muchos, esto debido a que mucha de nuestra población no está especializada y debe emprender el camino del trabajo desde joven, y hoy con la reforma laboral el, riesgo de perder el empleo está latente, lo que obligará a los trabajadores a vender u ofrecer su mano de obra más barata, y desafortunadamente a quedarse más tiempo sin cobrarlo por el temor a perderlo, se solicitan esclavos, no empleados preparados, la cultura del servilismo está  latente y será el pan de cada día, no es así para el vendedor callejero, para el trabajador independiente,  la actividad individual, independiente y aislada es lo que se pretende, lo que implica un país más desunido.

Sin una educación encaminada a cubrir la importante necesidad de hacer un país productivo, independiente y autónomo, de nada servirá llenar espacios educativos, de nada servirá que la preparatoria sea obligatoria, pues solo será un requisito para llenar los huecos de esclavos necesitados de empleos, donde como hoy un empleo es ofertado para el que más ofrezca y menos sueldo pida.

Por otro lado podremos preguntarnos si estamos proporcionando la educación hogareña que nuestros hijos necesitan, si estamos mostrando y educando a nuestras hijas e hijos en los valores que exigimos en los demás, es decir ser honestos, no mentir, respetar y respetarse, educar para evitar las drogas y el alcoholismo, todo esto implica, primero, que la educación inicia en el hogar, después se requiere una instrucción que ayude para preparar a la población en un gran proyecto productivo nacional, proyecto que no se tiene.

El trabajo coordinado para generar población preparada, que salga para cubrir los empleos que se requieren y donde se requieren, en una gran alianza nacional de escuelas, empresarios, padres de familia, gobernantes, es decir una revolución educativa, con nuevos planes de trabajo que vallan desde el preescolar hasta el aseguramiento de científicos, técnicos especializados y universitarios que promuevan el desarrollo de todo el país, donde teoría y práctica sean lo cotidiano, no debe de haber una separación entre lo que se sabe y lo que se pretende hacer de labor educativa.

Hay mucho que hacer, pues la alianza nacional educativa requiere el compromiso de todos, no podemos dejar en manos de ineptos el futuro de nuestro país, y debemos prepararnos todos en la labor educativa, la educación no está en manos de los otros, está en manos de todos nosotros,  todos educamos y todos somos educados.

Si no hacemos una revolución no habrá ni educación ni empleo.

La pregunta es: ¿Estamos dispuestos a salir del atraso, de la ignorancia y el sometimiento?

Por supuesto tú tienes la mejor opinión y la mejor acción.