viernes, 12 de octubre de 2012

Columna


Reflexiones
Por Francisco Alfaro Ramírez

LA CREACIÓN DE LAS LEYES

El origen de las leyes jurídicas debe buscarse en el código de Hammurabi aproximadamente 1700 años antes de Cristo, dicho código buscaba asegurar el bienestar de la gente, su objetivo era que todos los habitantes del reino tuvieran una legislación común, con esto se podía controlar de mejor manera a la sociedad en su conjunto, pero como todas las leyes humanas han sido hechas para ser acatadas por todos los habitantes que componen un reino, un imperio o una nación, estas, las leyes, no deberían admitir ninguna omisión, excusa o justificación en la falta de su aplicación, así que, para evitar la omisión de las leyes estas se ponen en lugares visibles, de tal modo que nadie puede alegar que las ignora y por lo tanto las quebranta, el problema es que en la actualidad las supuestas leyes y reformas a las leyes solo son conocidas, por unos cuantos como en la antigüedad, y están hechas para que estas sean interpretadas por también unos cuantos estudiosos de las leyes.

Aquí hay una argucia, no es argumento, es una trampa para poder hacer leyes que en vez de garantizar la felicidad de la población, el bienestar del pueblo, y el progreso de la nación, busquen dar privilegios solo a quienes les financian sus campañas fuera del dinero público, el cual ya es mucho.

En el campo de la naturaleza, toda ley se cumple, de lo contrario tiene su consecuencia y es la extinción de una especie, lo que da paso a otra, por otro lado, las leyes humanas, nada tiene que ver con el cumplimiento de las mismas, ya que están sujetas al sometimiento del sujeto a la normatividad que se le impone en la sociedad, cuando el sujeto quiere vivir en sociedad.

En nuestro país, los miembros de las cámaras se han inventado que gracias a las leyes que ellos han y siguen haciendo, la nación progresa, pero he aquí la realidad, si no se aplica la ley a todos por igual, la ley no sirve, si quien tiene el poder económico, o el poder político o influencias, se escapa de la ley, es una ley injusta, pues toda ley debe pretender la igualdad en el ámbito jurídico, es decir, que solo existe la igualdad cuando la aplicación de las leyes son parejas para todos, pues los privilegios que gozan los políticos al amparo del fuero hace de su actuar un crimen.

No existe ley cuando esta no se aplique, aun cuando este escrita, no existe ley cuando no es obedecida por la gran mayoría, no existe ley si no se aplica a todos sin excepción, no existe ley si esta no está encaminada a mejorar las relaciones de entre los miembros de la sociedad.

Sabemos muy bien que si se aplica parcialmente una ley, ésta no sirve, si la ley está condicionada no existe la ley, si quienes están encargados de aplicar la ley, no la aplican no existe la ley, si quienes deben de vigilar que se cumpla la ley no la vigilan no existe ley, si quienes son los representantes para el cabal cumplimiento de la ley, no vigilan el exacto cumplimiento de ésta, no existe la ley, si la ley no es dictada para mejorar a la sociedad, no existe ley, si la población no está enterada de la existencia de la ley, la ley no existe.

Hoy mañosamente la propaganda de las cámaras de senadores y diputados, nos dicen que están haciendo leyes, por lo tanto les pagamos a estos sujetos para que por una vez en su vida piensen en algo, que puede ser provechoso para el pueblo, la generación de leyes que, de nada sirve, si esta no se aplica, lo peor es que si del pueblo no emana una ley, la ley se desconoce, y la normatividad nos dice que el desconocimiento de una ley no exime al infractor.

Si una ley no devuelve a la victima lo sustraído por los delincuentes, no es ley, pero primero debemos evitar la corrupción dentro de los juzgados, evitar la corrupción de los ministerios públicos, evitar la corrupción de los funcionarios y de las policías con sus mandos.

Insistamos que la falta del cumplimiento de la ley, la ley que sea, es corrupción, y que una ley que no es avalada, explicada, interpretada, y solicitada por el pueblo es una ley antidemocrática, por lo tanto concluimos que sin un Estado que garantice la libertad, la igualdad, la solidaridad y la seguridad no existe la democracia, pues sin justicia no existe la democracia.

La pregunta es: ¿Podemos confiar en un gobierno que no garantiza la justicia? ¿Sirven realmente quienes legislan? 

Por supuesto tú tienes la mejor opinión y la mejor acción.