domingo, 28 de octubre de 2012

Columna


Reflexiones
Por Francisco Alfaro Ramírez

COMO RECORDAR A MIS ANTEPASADOS, COMO RECORDAR A MIS MUERTOS

Habiendo salido de Aztlán, lugar de las garzas, siendo los últimos de las siete tribus que de ahí partieron, abandonaron su islote primigenio, y así los aztecas dirigidos por el sacerdote Huitzilopochtli caminaron por muchos años, al morir su guía avanzaron por largos caminos, en cada lugar por donde pasaban dejaban a algún pariente sepultado, así la muerte les arrebataba a algún ser querido.

Año tras año anduvieron por diversos caminos, siendo tierras agrestes y difíciles en ocasiones les faltaba el aliento, y la desesperación los acechaba, aún faltaba mucho para alcanzar el lugar prometido por el colibrí izquierdo, su antiguo sacerdote ya convertido en su dios protector Huitzilopochtli.

Llenos de nostalgia y tristeza por que en cada lugar donde se asentaban dejaban a alguno de sus muertos pidieron a los dioses una señal que les permitiera recordar a sus muertos, los dioses condolidos por los macehuales, los  merecidos por el sacrificio, el pueblo mexica, recibieron la señal, los dioses les mandaron la flor de los veinte flores, Cempasúchil que solo se da en estos días, para, en dos días especiales recordar a los difuntos niños y los difuntos mayores, en estos dos días vendrían a convivir nuestros antepasados, niños y adultos, por lo que tendríamos que ofrendar con sus alimentos favoritos y algún presente a quienes nos precedieron en el camino, que todos sin excepción algún día tomaremos.

La flor de muertos con su color amarillo guía como una luz el camino del encuentro con nuestros antepasados, tierra, agua, fuego y viento, los cuatro elementos que integran una ofrenda anuncia a los cuatro puntos cardinales, a nuestros antepasados, que los recordamos, que aquí estamos y que algún día caminaremos juntos el misterioso camino de la muerte.

Los invitamos a seguir entre nosotros, a saberse siempre presentes, a nunca abandonarnos, por que ellos nos dieron vida y los dioses nos dieron la forma de recordarlos, con ofrendas, comida y la flor de muertos, regalo de los dioses para el legendario y eterno pueblo de México.

Nuestras tradiciones luchan por sobrevivir éstas nos pueden unir y son parte de lo que nos da identidad, somos mexicanos, tenemos historia, y una gran cultura, hoy es tiempo de saber hacia donde nos lleva y queremos llevar nuestra cultura nacional.