viernes, 16 de noviembre de 2012

Columna



LOS LÍOS EN COAHUILA

México, D. F., a 16 de noviembre de 2012.- Los negocios turbios, complicidades, colaboraciones, alianzas, acuerdos y lazos al amparo del poder político y económico en México son cosa cotidiana entre integrantes de las llamadas élites. Desde la época postrevolucionaria, tras la ola de asesinatos entre los generales y apremiados por Plutarco Elías Calles —que los puso quietos—, aprendieron que era mejor y más prudente platicar los desacuerdos y limar las asperezas. Pocas ocasiones sus antagonismos llegaban a ser parte del conocimiento popular. Generalmente lavaban la ropa sucia en casa, negociaban y pa’lante.

En escenarios más rupestres donde privan los caciques, amparados por su poder económico y el poder político de aquellos a quienes benefician, las cosas se arreglan de manera diferente. Allí priva la ley del plomo. Casos hay a diario en la extensa arena nacional. Sin embargo, al ser regionales, prácticamente nunca nos enteramos, salvo cuando encontramos las historias contadas por los relatores locales.

No es el caso de los pleitos a nivel mediático nacional originados en Coahuila a partir del asesinato de José Eduardo Moreira Rodríguez, hijo del ex gobernador Humberto Moreira Valdés y sobrino del actual Mandatario estatal, Rubén Moreira Valdés. Un pleito entre iguales… o al menos, entre gente que se conoce y muy bien.

El también ex presidente nacional del PRI explotó y en una primera declaración acusó a un presunto narcotraficante como el asesino intelectual de su hijo: Miguel Treviño Morales (a) “El Z-40”. Posteriormente declaró que eran varios los involucrados en el asesinato de su hijo, entre ellos los responsables indirectos, empresarios carboneros presuntamente coludidos con el narcotráfico, porque financiaron a Los Zetas para comprar las armas con las que mataron a su hijo.

Tras el señalamiento comenzaron a salir los nombres de Armando Guadiana Tijerina y su hermano José Luis, así como los de los también hermanos José Reynold y Joel Bermea Castilla. Incluso, el ex gobernador dijo que esperaba ver en prisión a aquéllos que usan sombreros Stetson mil “X”, una clara alusión a Armando Guadiana Tijerina.

Armando Guadiana Tijerina es un empresario del carbón con empresas mineras en Coahuila, Zacatecas, Baja California y Nuevo León y vende a la CFE; ex dueño del equipo de beisbol Saraperos de Saltillo, promotor taurino, priista desde 1969 y ex diputado federal por el PRI en la década de los años 80. Resulta que aún como priista inició en junio de 2011, poco menos de un mes previo a la elección de gobernador en Coahuila, una campaña nacional en contra de los hermanos Moreira, entre otras cosas con un desplegado a nivel nacional titulado: “Humberto y Rubén Moreira, vergüenza nacional para los priistas”.

En dicho desplegado cuestionó a Manlio Fabio Beltrones, Enrique Peña Nieto, Emilio Gamboa Patrón, Beatriz Paredes Rangel y muchos más, “hayan permitido que llegase a la Presidencia de Nuestra Organización Política al ahora Líder Nacional, Humberto Moreira”.

Dijo entre otras cosas: “los Hermanos (sic) que menciono, han obstaculizado cualquier intento de ciudadanos a participar en el proceso de selección de candidatos a Gobernador en mi Estado, confunden el diferendo político con la agresión personal”.

Incluso se llegó a sugerir que Manlio Fabio Beltrones estuviera atrás de los ataques a Moreira por la forma como se desarrolló la convocatoria para elegir al candidato presidencial del PRI y que el desplegado contra los Moreira apareciera el mismo día en que el hoy senador sonorense declinaba a sus aspiraciones presidenciales.

Todavía en enero pasado, tras renunciar al PRI y convertirse a la causa de Andrés Manuel López Obrador, Guadiana Tijerina expresó: “No quiero seguir formando parte del partido político de hombres como Humberto y Rubén Moreira. No quiero formar parte de un partido político cuyo candidato presidencial es solo un producto de mercadotecnia”.

En fin. El lío es un asunto entre grupos, entre familias de poder político y económico en Coahuila que hoy poco abonan al debate nacional que necesita el país. Con la justicia estatal como monopolio de uno de los grupos enfrentados en la entidad, poco se puede esperar para desenmascarar las verdaderas razones que motivaron el asesinato de José Eduardo Moreira Rodríguez. Su tío y su padre saben de qué se trata. Y también la hoy viuda Lucero Davis, quien en su Twitter se dirigió a Rubén Moreira: “@rubenmoreiravdz No sabes gobernar!!! Esto es tu culpa maldito!!!! Renuncia”.

Los líos en Coahuila, pues, una cuestión de rupestres cacicazgos.

Y de probable delincuencia por todos lados.