Reflexiones
Por Francisco Alfaro Ramírez
SERVILISMO INSTITUCIONAL
Los regímenes priistas se destacaron por el culto a la
personalidad, el caudillismo y el total e incondicional servilismo hacia el
presidente o sus líderes, los cuales se han destacado por la utilización de la
violencia, la represión o la amenaza para mantenerse en el poder.
Hoy vemos que el propio régimen que está por salir, el
panista, se hace auto elogios donde se da las gracias por lo que en apariencia
son sus logros, Calderón, canta, da gracias a Dios por darle la oportunidad de
gobernar a México, no le agradece al pueblo, el que realmente vio en él una esperanza
de cambio y voto por él.
Calderón saco al ejército para controlar el territorio
nacional, un ejército que nunca ha visto una guerra, que está acostumbrado a
hacer su voluntad, que mantiene fuero y se juzga a sí mismo, que además trata
de intimidar a una población pacifica que por miedo a las armas o por la
presencia sicológica que da el uniforme y la teatralidad marcial, se impone
sobre una población asustada por tanta difusión y las acciones de grupos
violentos, que el estado genero y hoy le es imposible controlar.
El nuevo PRI renovado envalentonado, por un triunfo efímero
hoy vuelve al reinado, que gracias a la propaganda y difusión moderna, dio como
resultado la entronización del grupo que ha hundido al país en el retraso,
quizá, no de infraestructura, pero si social, donde las diferencias en la
distribución de la riqueza son abismales y esto pone en riesgo a cualquier
intento dentro de la legalidad de proporcionar un cambio en las estructuras del
país.
El país se ha puesto en venta, habiendo dejado de lado la
ciencia, la tecnología y la educación como base del progreso de la nación, hoy
seremos mano de obra barata, productores de materia prima básica y paraíso del
turismo sexual, el hipotecar al país sigue siendo la constante de los regímenes
que ha soportado la nación, primero por la desesperanza y el miedo que provoca
la inestabilidad económica de cada familia, después, porque ningún gobernante
nos ha querido decir hacia dónde va el país, más bien ningún gobernante sabe
hacia dónde ha de ir el país, el problema es que el país no ha generado
estadistas en los partidos políticos, sino únicamente protectores de intereses
de sus propios grupos y de los intereses que no pertenecen al pueblo.
Anteriormente la cargada del priismo salía constantemente a
agradecer y volcarse en elogios hacia los presidentes, los primero de mayo era
para salir a dar las gracias al señor presidente, los mítines, los acarreos,
los grupos artísticos que amenizaban y eran el atractivo de los eventos, donde
el aplauso fácil y el alborotar a los acarreados era el principal auto elogio
de los priistas, fue por mucho tiempo y al parecer su regreso es inminente.
No importa lo que pase en el próximo sexenio, los papeles se
irán acumulando, las deudas del pueblo se irán acumulando, los errores del
gobierno serán pagados por toda la población y la impunidad seguirá siendo el
pan nuestro de cada día, el desempleo seguirá su curso, los farsantes
opositores estarán diciendo que están en contra de las propuestas de los otros
gobernantes, pero seguirán haciendo lo que mejor hacen que es vivir del
presupuesto pagado por el pueblo.
Los grupos institucionales tendrán la obligación de seguir
siendo serviles antes que eficientes y eficaces, los feminicidios seguirán, la
piratería seguirá, la policía mal pagada seguirá, la violencia seguirá, el
narcotráfico seguirá, quizá menos violento o ya con la geografía que a los corruptos
conviene que exista, la trata de blancas, la prostitución forzada seguirán, en
fin no esperemos nada nuevo del nuevo gobierno, ni siquiera, que los salarios
aumenten, pues de manera reciproca, ya han aumentado demasiado los precios de
los productos y los servicios que cobra el gobierno, no olvidemos que los
distintos impuestos seguirán en aumento o habrá más impuestos, ya que los
gobiernos exigen que los pueblos paguen más, pero la ineficiencia de los
gobiernos es constante.
El liberalismo exige control del gobierno, menos burocracia,
eficiencia, y más actividad de la iniciativa privada, exige respeto a la
propiedad privada, donde el ciudadano se convierte en propietario, no es el
gobierno dueño universal de las tierras y sus recursos.
La pregunta es: ¿Debemos de dejar que los gobiernos trabajen
sin ser supervisados por el pueblo?
Por supuesto tú tienes la mejor opinión y la mejor acción.