lunes, 26 de noviembre de 2012

Columna


Reflexiones
Por Francisco Alfaro Ramírez

SERVILISMO INSTITUCIONAL

Los regímenes priistas se destacaron por el culto a la personalidad, el caudillismo y el total e incondicional servilismo hacia el presidente o sus líderes, los cuales se han destacado por la utilización de la violencia, la represión o la amenaza para mantenerse en el poder.

Hoy vemos que el propio régimen que está por salir, el panista, se hace auto elogios donde se da las gracias por lo que en apariencia son sus logros, Calderón, canta, da gracias a Dios por darle la oportunidad de gobernar a México, no le agradece al pueblo, el que realmente vio en él una esperanza de cambio y voto por él.

Calderón saco al ejército para controlar el territorio nacional, un ejército que nunca ha visto una guerra, que está acostumbrado a hacer su voluntad, que mantiene fuero y se juzga a sí mismo, que además trata de intimidar a una población pacifica que por miedo a las armas o por la presencia sicológica que da el uniforme y la teatralidad marcial, se impone sobre una población asustada por tanta difusión y las acciones de grupos violentos, que el estado genero y hoy le es imposible controlar.

El nuevo PRI renovado envalentonado, por un triunfo efímero hoy vuelve al reinado, que gracias a la propaganda y difusión moderna, dio como resultado la entronización del grupo que ha hundido al país en el retraso, quizá, no de infraestructura, pero si social, donde las diferencias en la distribución de la riqueza son abismales y esto pone en riesgo a cualquier intento dentro de la legalidad de proporcionar un cambio en las estructuras del país.

El país se ha puesto en venta, habiendo dejado de lado la ciencia, la tecnología y la educación como base del progreso de la nación, hoy seremos mano de obra barata, productores de materia prima básica y paraíso del turismo sexual, el hipotecar al país sigue siendo la constante de los regímenes que ha soportado la nación, primero por la desesperanza y el miedo que provoca la inestabilidad económica de cada familia, después, porque ningún gobernante nos ha querido decir hacia dónde va el país, más bien ningún gobernante sabe hacia dónde ha de ir el país, el problema es que el país no ha generado estadistas en los partidos políticos, sino únicamente protectores de intereses de sus propios grupos y de los intereses que no pertenecen al pueblo.

Anteriormente la cargada del priismo salía constantemente a agradecer y volcarse en elogios hacia los presidentes, los primero de mayo era para salir a dar las gracias al señor presidente, los mítines, los acarreos, los grupos artísticos que amenizaban y eran el atractivo de los eventos, donde el aplauso fácil y el alborotar a los acarreados era el principal auto elogio de los priistas, fue por mucho tiempo y al parecer su regreso es inminente.

No importa lo que pase en el próximo sexenio, los papeles se irán acumulando, las deudas del pueblo se irán acumulando, los errores del gobierno serán pagados por toda la población y la impunidad seguirá siendo el pan nuestro de cada día, el desempleo seguirá su curso, los farsantes opositores estarán diciendo que están en contra de las propuestas de los otros gobernantes, pero seguirán haciendo lo que mejor hacen que es vivir del presupuesto pagado por el pueblo.

Los grupos institucionales tendrán la obligación de seguir siendo serviles antes que eficientes y eficaces, los feminicidios seguirán, la piratería seguirá, la policía mal pagada seguirá, la violencia seguirá, el narcotráfico seguirá, quizá menos violento o ya con la geografía que a los corruptos conviene que exista, la trata de blancas, la prostitución forzada seguirán, en fin no esperemos nada nuevo del nuevo gobierno, ni siquiera, que los salarios aumenten, pues de manera reciproca, ya han aumentado demasiado los precios de los productos y los servicios que cobra el gobierno, no olvidemos que los distintos impuestos seguirán en aumento o habrá más impuestos, ya que los gobiernos exigen que los pueblos paguen más, pero la ineficiencia de los gobiernos es constante.

El liberalismo exige control del gobierno, menos burocracia, eficiencia, y más actividad de la iniciativa privada, exige respeto a la propiedad privada, donde el ciudadano se convierte en propietario, no es el gobierno dueño universal de las tierras y sus recursos.

La pregunta es: ¿Debemos de dejar que los gobiernos trabajen sin ser supervisados por el pueblo?

Por supuesto tú tienes la mejor opinión y la mejor acción.