martes, 20 de noviembre de 2012

Columna


Reflexiones
Por Francisco Alfaro Ramírez

CORRUPCIÓN Y GOBIERNOS

Atados a un sistema donde priva la corrupción y que tiene sus inicios con la conquista de México, el nuevo mexicano aprendió lo más negativo de ambas culturas, la barbarie e ignorancia española y la sumisión del indígena, partiendo de ahí, se mostro la frustración de los que queriendo ser españoles o europeos quisieron ser gobernados por extranjeros, y quienes sintiéndose europeos quisieron gobernar con una mente atada a una idea errónea de como gobernar un país no unido.

Así que con un nuevo sistema donde las leyes indígenas terminaron, se impuso lo que se creían un modelo español, donde sin identidad, odiando su parte indígena y aborreciendo su parte española nace una clase que sin patria y sin saber su destino, se apodero los gobiernos, es decir nace la clase política, donde muy pocos se salvaron de las garras de la corrupción.

Coludidos con la delincuencia y sumidos en la frustración, los gobernantes saquean al país, otros frustrados que saben que la famosa justicia no existe, queriendo el dinero fácil y una vida de lujos se dedicaron a robar, asaltar, tranzar, extorsionar, secuestrar, violar, cometer feminicidios, prostituir niñas, o de plano meterse de políticos.

El caso que hoy planteo es el aval de los legisladores para el perdón y olvido, perdonar las deudas que hicieron gobernadores y presidentes municipales, y que fueron desviadas, a las arcas de los gobernantes o metidos en las campañas políticas y que será pasada a deuda pública, donde, los gobernantes de los diversos partidos, se quedaran con lo robado y la deuda pasará a ser pagada por todos los miembros del pueblo.

La propuesta de Peña Nieto de una institución anticorrupción, se convierte en un farsa, que viene a solapar y evitar que se castigue a los corruptos, dando a entender que existe un pacto entre los gobernantes, y este es el de cubrir sus fechorías y perdonarse sus robos.

Sabemos por experiencia que cuando el gobierno es el que controla, busca la manera de beneficiarse, avalarse premiarse y mostrar ante el extranjero éxitos que no tiene, un ejemplo es cuando el PRI controlaba las elecciones, siempre tuvo una total y aplastante mayoría, con la cual sometió por mucho tiempo a la nación, la saqueo, la hipoteco y vendió a su antojo, hoy la cosa no es muy distinta, pues los partidos gobernantes eternizándose en el poder, pretender ver en la alternancia, la posibilidad de saquear las arcas de los impuestos del pueblo, no el necesario cambio, así que no hay diferencia entre los gobernantes, solo que algunos te sonríen y te roban y otros son muy serios para saquear al país.

Hemos de saber que solo cuando las estructuras se llevan a cabo fuera del sistema político, y sin tener compromiso con los gobernantes, las cosas pueden marchar de mejor manera, es decir menos estructura burocrática y más sociedad y compromiso civil.

Así que una institución anticorrupción debería estar en manos de la sociedad civil, dentro de las instituciones educativas, como universidades, colegios y escuelas con facultades para poder imponer multas y castigos a los corruptos, todo esto con una nueva y real ley que se cumpla, sin que exista la impunidad que dan los fueros, los compadrazgos, las influencias y los boquetes que tienen las leyes mexicanas, que absurdamente plantean que: el no conocerlas no exculpa de su cumplimiento. Toda ley que esté basada en el cabal ordenamiento de una sociedad justa, se cumple por intuición colectiva, de hacer siempre lo justo, no el capricho y el cambiante estilo de los que dicen que gobiernan.

La pregunta es: ¿sirve una institución anticorrupción sin la aplicación de la ley?   
 
Por supuesto tú tienes la mejor opinión y la mejor acción.