- Guadalupe Jiménez fue cesada y amenazada de muerte por denunciar las irregularidades; también fueron despedidos cuatro médicos residentes, testigos del hurto en el hospital del ISSSTE
La doctora Guadalupe Virgina Jiménez da a conocer el documento con el cual denuncia el probable tráfico de órganos.
México, D. F., a 15 de junio de 2011.- A La doctora Guadalupe Virginia Jiménez Jiménez denunció públicamente el presunto tráfico de órganos y robo de medicamentos biológicos de alto costo en el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre del ISSSTE, además de amenazas, por cuya acusación en la Procuraduría General de la República resultó en una orden de presentación para el director del hospital y una alta funcionaria del mismo.
El doctor Rafael Navarro Meneses y la doctora Fedra Irazoque Palazuelos son dos de los imputados en los hechos dados a conocer ésta mañana por la médico, en conferencia de prensa, quien reconoció ante los representes de los medios de comunicación que “si, tengo mucho miedo”.
Jiménez Jiménez, quien fungía como Coordinadora Médica del nosocomio desde mayo de 2009, acusó que tuvo en sus manos “la lista de trasplantes donde, para mi sorpresa aparecía como paciente en el primer lugar o con el llamado ‘Código Cero’ o prioritario Juan Sergio Barrón Morales, médico adscrito del servicio de nefrología, quien se encontraba totalmente sano o al menos lo estaba en ese momento”.
Tal es una de las formas del tráfico de órganos, de acuerdo con la denunciante, pues una vez que el donante se encuentra listo, se asigna el nombre del receptor, que seguramente no es un derechohabiente del ISSSTE, institución que no ha realizado oficialmente trasplantes desde por lo menos dos años atrás.
Aspecto de la conferencia de prensa ofrecida por la doctora Jiménez, despedida por dar a conocer la corrupción existente en el ISSSTE.
La médico denunciante fue despedida el pasado 10 de mayo, pero semanas antes ocurrió lo mismo con cuatro médicos residentes, presuntos testigos del hurto de medicamentos biológicos utilizados en oncología, como son el Rituximab, con un costo aproximado en el mercado de 60 mil pesos y el Infliximab de 15 mil pesos.
Los médicos residentes Tania Teresa Mora Arias, Luis Alberto Luna Pineda, Rocío Calderón Estrada y Miriam García Vidal, fueron quienes denunciaron a la Jefa del Servicio de Reumatología, Fedra Irazoque Palazuelos, con la coordinadora médica, Guadalupe Virginia Jiménez Jiménez.
Este documento explica que un médico adscrito a nefrología del CMN20N estaba en la lista de receptores de órganos sin necesitarlo.
Asimismo, Jiménez reveló el acoso laboral del Subdirector Médico del 20 de Noviembre y su jefe inmediato, Antonio Zárate Méndez, quien le sentenció desde que fue instalada en su cargo, que haría todo lo posible porque se fuera. Además, la médico denunció el silencio cómplice y omisión por parte de sus superiores jerárquicos, desde el director del CMN 20 de Noviembre, Navarro Meneses, pasando por el Director Médico del ISSSTE, Doctor Ricardo Gabriel Manuel Lee y el Director General, Jesús Villalobos López.
Por éste motivo recurrió a la Procuraduría General de la República donde se asentaron las denuncias PGR/DF/SPE/XVII/278-2011-01 y PGR/FSP/B/T2-0064 por amenazas, derivadas de su actuación dentro del CMN 20 de noviembre.
De estos hechos dio conocimiento al Presidente de la República, Felipe Calderón; a los secretarios de Estado, José Ángel Córdova Villalobos, de Salud y Salvador Vega Casillas, de la Función Pública; a la Procuradora General de la República, Marisela Morales y a la Procuradora Federal de la Defensa del Trabajo, Rosalinda Vélez.
“Mi futuro laboral, mi integridad física y la de mi familia están en riesgo, simplemente por ser una mexicana con un alto sentido de la responsabilidad como servidor público y ética ciudadana. Espero que ser una mexicana honesta y con valores cívicos, no sea un estigma que dañe aún más mi dignidad”, expresó en la conferencia de prensa.
Para finalizar, dijo que “si hoy estoy aquí, dando la cara frente a ustedes, se debe no sólo por protección personal, sino porque no quiero terminar una vida de servicio, de lealtad a la institución en la que crecí y entregué mis años de trabajo, pisoteada por funcionarios que aprovechan cargos y compadrazgos para lucrar”.
La doctora Jiménez, mediante una serie de tretas y dilaciones fue orillada a no presentarse a trabajar al no tener adscripción, por lo que finalmente fue cesada por presuntas inasistencias.
Aunado, vino la amenaza cuando en un supermercado se le acercó una persona, con una arma punzocortante que le dijo: Si no le paras a esto, la van a pagar tu familia y tú”.
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