martes, 12 de junio de 2012

Columna


Reflexiones
Por: Francisco Alfaro

¿CAMBIO EN MÉXICO?

En México se ha fomentado la propaganda de que existe la posibilidad de cambio de gobierno, pero ¿Hacia qué lugar, con que elementos, dirigido por quien, con que objetivos y beneficiando a quienes?. Ningún cambio puede existir cuando se mantienen las estructuras del sistema, dichas estructuras son las que dan las pautas e imponen las leyes que rigen al sistema político nacional, sistema que viene desde la cuna del priismo.

Dicho sistema abrió la puerta a los distintos partidos con el objetivo de simular una democracia que nunca lo fue, muchos de estos partidos al final apoyaban al mismo PRI, la oposición aun cuando obtuvo diputados, nunca pudo implementar ninguna iniciativa por el mayoriteo priista.

Desde Porfirio Díaz se planteó, entiéndase, no el cambio, pues no se buscaba dicho cambio, sino la “alternancia”. El conflicto armado para lograr un cambio en las condiciones radicales que tenía el grueso de la población no logro su objetivo, pues los hijos putativos del porfirismo fueron quienes se alzaron con el poder, los revolucionarios que buscaban justicia, tierra, libertad, democracia, murieron en manos del nuevo gobierno, que con el tiempo se convertiría en el PRI.

Ante un inminente conflicto interno en el país, el PRI permite la creación de un IFE que quede fuera de sus manos para avalar las elecciones, posteriormente es secuestrado éste instituto por los partidos políticos, y permite la alternancia federal, pero los feudos en muchos estados del país se mantienen. El régimen político se mantiene después del triunfo del PAN en el 2000, con un cuasimodo en el poder.

La alternancia del gobierno Federal aun cuando puso a otro partido en el poder no ha generado ningún cambio, pues en ésta partidocracia, le conviene a los partidos sostener las mismas estructuras, ya que esto les permite mantener, beneficios y privilegios, sobre todo a los gobernantes, quienes aun cuando se digan de izquierda, mantiene una vida holgada y sin preocupaciones.

El cambio no puede existir mientras se mantengan las estructuras vigentes, pero sobre todo mientras estén los mismos actores en la política, o existan detrás de los nuevos políticos los políticos de siempre.

No existe nuevo PRI, no existe PAN con nueva actitud, no existe PRD de izquierda, los demás partidos son rémoras que viven pegadas por conveniencia a otros partidos.

Cambiar implica un giro de 180 grados, donde en espiral la dialéctica nos plantea un movimiento nuevo, nuevas posturas, rompimiento total con las antiguas estructuras, no el circulo vicioso donde se vuelve a las viejas estructuras sin proponer nuevas alternativas. Las preguntas son: ¿Estas dispuesto a aceptar el cambio? ¿Eres un factor de cambio? ¿Quieres cambio en el sistema de gobierno?  Tú tienes la mejor respuesta.